La popularidad y reconocimiento de este deporte se debe a su presentación durante el show canino de Crufts, en 1977. Se realizó como una forma de entretenimiento a los visitantes de esta famosa exposición canina, inspirándose en los concursos hípicos de salto, no obstante, la aceptación del público fue tal, que adquirió tantos seguidores y admiradores que pronto se convirtió en una actividad deportiva. En 1980, el Agility fue reconocido de forma oficial como deporte canino por el Kennel Club.

El Agility se puede practicar a nivel competitivo o como ocio, independientemente de la raza del perro. Esta disciplina genera un fuerte lazo de unión entre el perro y el guía, siendo un método idóneo de educación, obediencia y sociabilidad canina, a la vez que disfrutar junto a tu mascota y realizar ejercicio físico.

Se trata de una actividad educativa y deportiva que favorece su buena integración dentro de la sociedad. Esta disciplina implica una relación armónica entre el perro y su guía, lo que repercutirá en la perfecta relación del equipo.

Los circuitos de agility son lo suficientemente complicados como para que el perro no pueda terminarlos sin las indicaciones del guía, convirtiéndose en una práctica que fomenta la compenetración y entendimiento dueño-perro.

El Agility consiste en hacer superar al perro un recorrido con diversos obstáculos, potenciando su inteligencia y agilidad. El guía puede animar a su perro sin llegar a tocarle ni llevar nada en las manos, indicándole el camino únicamente mediante órdenes verbales y corporales. El recorrido debe realizarse en un tiempo máximo determinado por el juez de la prueba.

Un número al pie de cada obstáculo define el itinerario a seguir, siendo secreto hasta el comienzo de la competición, permitiéndose entonces, un breve reconocimiento sin el perro, para memorizarlo y estudiar la estrategia a seguir.

La finalidad consiste en combinar el control del perro para que realice el menor número de fallos, y la rapidez de ejecución para realizar el menor tiempo posible. En caso de igualdad en penalizaciones, quedará mejor clasificado el binomio que haya realizado un menor tiempo en el recorrido.

El recorrido y la posición de los obstáculos se modifican en las distintas mangas de la prueba, y se diseñan con la dificultad acorde al Grado de la manga.

El Agility puede practicarse de dos modos: como ocio, o competitivo, ambos modos son compatibles.

Clases de pre-agility en Santiago de Compostela

Son clases destinadas a perros que nunca han hecho agility y para cachorros. Se introduce de una forma moderada tanto al perro como al guía a conocer los obstáculos y cómo ejecutarlos de forma correcta. Esta fase es fundamental para quienes quieran empezar a practicar agility con su perro. Todo es realizado con refuerzos positivos, y se busca la diversión y disfrute de ambos (perro y guía).


Estas clases de Agility se realizan en nuestro centro en Santiago de Compostela.

Clases de Agility en Santiago de Compostela

Estas clases son para equipos (perro y guía) que desean competir o no y que han superado el nivel de preagility.

En estas clases se aprende la técnica de la conducción del perro y las diferentes formas de afrontar un obstáculo, se realizan recorridos de agility de competición y se aprende a sacar el máximo rendimiento al binomio.


Estas clases de Agility se realizan en nuestro centro en Santiago de Compostela.
Carlos Álvarez Gómez

655 525 980